La medición del rendimiento es un principio fundamental de la gestión.
Esta actividad es esencial debido a la necesidad de identificar las diferencias entre el rendimiento alcanzado y el pretendido, de modo que sea posible obtener una indicación de las acciones que deben priorizarse para reducir esta diferencia y alcanzar un mayor nivel de excelencia.
Los Indicadores Clave de Rendimiento (del inglés, Key Performance Indicators – KPI) son indicadores que pueden mostrar diferentes rendimientos, como el tiempo de inactividad, la disponibilidad de los equipos, los costes de mantenimiento y muchos otros.
De forma sucinta, sirven para señalar lo que va bien y lo que debe mejorarse en la actividad medida.
CÓMO ELEGIR INDICADORES EFICACES PARA SU EMPRESA
El número de KPI que existen actualmente es bastante expresivo, incluso hay programas de software que proporcionan cientos de opciones.
Sin embargo, una elección equivocada de los KPI puede generar resultados menos relevantes, provocando una pérdida de tiempo y esfuerzo en su creación, recolección y análisis.
Además, no es raro elegir KPI poco accionables, es decir, indicadores que presentan resultados inmanejables, que no contribuyen a la mejora del desempeño y, además, pueden resultar en la desmotivación de los equipos involucrados.
Dicho esto, es fundamental elegir KPI que sean realmente útiles y aplicables a la situación, que aporten información relevante y que puedan indicar qué dirección de actuación debe priorizarse para obtener mejores resultados corporativos.
El punto clave para que dicha elección sea adecuada es la definición y el conocimiento claro y profundo sobre cuáles son los objetivos de la empresa.
Su definición y comprensión influirán fuertemente en la elección de los KPI, ya que el propósito de estos indicadores es precisamente ayudar a alcanzar las metas.
Sin embargo, el establecimiento de metas suele ser una tarea compleja.
Para ayudar en este proceso, Peter Drucker desarrolló el método SMART.
Este acrónimo se explica por sí mismo y consiste en garantizar que los objetivos sean:
Specific: específicos, sin dejar lugar a interpretaciones ni malentendidos.
Measurable: cuantificables, para poder comparar y evaluar eficazmente los resultados. Preferiblemente deben expresarse en cifras o porcentajes.
Attainable: alcanzables, pueden y deben suponer un reto, pero deben tener en cuenta la capacidad y las posibilidades de la empresa.
Relevant: relevantes para los objetivos de la organización.
Time-based: deben tener una fecha límite, de lo contrario pueden olvidarse o dejar de ser prioritarios.
Definir metas bien estructuradas y claras permite crear KPI pertinentes y eficaces que contribuyan a su consecución.
Por ejemplo, si la meta es reducir el tiempo de inactividad por fallas de un determinado equipo de la línea de producción, un indicador relevante podría ser el tiempo medio de reparación, es decir, cuánto tarda, en promedio, este equipo en ser reparado y volver a funcionar a pleno rendimiento, representado por la fórmula:
– MTTR = total de horas de inactividad causadas por fallas/número de fallas.
Este sería un ejemplo de objetivo bien definido y de KPI pertinente para alcanzarlo.
EJEMPLOS DE KPI DE MANTENIMIENTO ÚTILES PARA SU EMPRESA
Las categorías de KPI de mantenimiento son de naturaleza diversa, incluyendo fiabilidad de equipos, costos de mantenimiento, riesgos operacionales, calidad de mantenimiento, entre otros.
Entre estas clasificaciones hay algunos KPI que merecen mayor énfasis, dado su amplio uso en industrias de todo el mundo. Son ellos:
– MTBF – Mean Time Between Failures o Tiempo Medio Entre Fallas:
MTBF = tiempo total de buen funcionamiento en un período determinado/número de fallas.
Este indicador se trató anteriormente en este artículo sobre fiabilidad.
– MTTR – Mean Time To Repair o Tiempo Medio para Reparación
MTTR = total de horas de inactividad causadas por fallas/número de fallas.
Este indicador devolverá el tiempo medio de cada inactividad del equipo, como ya se comentó anteriormente.
– Availability o Disponibilidad: corresponde a la probabilidad de que un equipo esté en condiciones de funcionar en cualquier momento.
Este indicador es uno de los más importantes, ya que la alta disponibilidad es el principal objetivo del mantenimiento;
– Backlog: mide la acumulación de actividades de mantenimiento aún por ejecutar.
Cuántas horas/hombre o cuántos días serán necesarios para su ejecución;
– Cumplimiento del cronograma de mantenimiento: indica en porcentaje cuántos de los servicios planificados fueron ejecutados;
– RAV – Replacement Asset Value o Valor de Reposición de Activos: representa el coste de reposición de la capacidad de producción de un determinado conjunto de activos o planta, incluyendo equipos de producción, instalaciones, apoyo y activos relacionados;
El cálculo del benchmarking implica los costes de mantenimiento, que pueden ser de naturaleza diversa, como correctivo, preventivo y predictivo, divididos por el RAV, lo que devuelve el porcentaje de costes de mantenimiento en relación con el valor total de reposición de la planta o conjunto de activos.
Si este valor es alto, significa que sus instalaciones y equipos son muy caros de mantener, y esto puede ser causado, entre otras razones, por malas prácticas de mantenimiento y operación.
– OEE – Overall Equipment Effectiveness o Eficacia General de los Equipos: es un indicador utilizado para medir la eficacia operativa de un equipo, una línea de producción o incluso una empresa.
El cálculo de la OEE se realiza a través de otros tres indicadores: calidad, rendimiento y disponibilidad, de acuerdo con la siguiente fórmula:
OEE =calidad/rendimiento *disponibilidad*
El indicador de calidad corresponde al porcentaje de productos fabricados sin defectos; el indicador de rendimiento corresponde a la relación entre la velocidad de producción real y la velocidad de funcionamiento prevista y, por último, el indicador de disponibilidad, ya comentado en párrafos anteriores.
Por ejemplo, una empresa con un 98% de nivel de calidad, un 92% en rendimiento y un 97% en disponibilidad, obtendría un OEE de aproximadamente el 87%, según la siguiente fórmula:
OEE = 0,98/0,92*0,97 = 0,87 o 87%*.
Estos corresponden a los indicadores más utilizados en las empresas. Sin embargo, como ya se ha mencionado, existen varios más. Le corresponde a usted y a su empresa evaluar, en función de los objetivos, cuáles deben adoptarse.
CÓMO LA TECNOLOGÍA PUEDE AYUDAR A SU EMPRESA A MONITORIZAR LOS KPIS
La tecnología, como el software de gestión del mantenimiento y los dispositivos de monitorización del estado de las máquinas, viene a ayudar en la recolección y gestión de los datos de los KPI, haciendo que la información sea más fiable y accesible, y proporcionando datos históricos que pueden servir, por ejemplo, para la comparación entre rendimientos en diferentes periodos.
Con la Solución Dynamox podrá, mediante conexión Bluetooth, acceder a historiales de datos, registrar fotos y actividades de forma muy sencilla, en la pantalla de su smartphone o tableta.