La definición de activo, a efectos de este artículo, se limitará a los activos tangibles, bienes materiales que componen la estructura física de producción de cualquier industria.
Los activos son bienes materiales que tienen valor en sí mismos o que producen valor para una organización.
La gestión de activos implica la gestión ideal de su ciclo de vida con el fin de alcanzar los objetivos definidos de una empresa de forma sostenible.
Se trata de encontrar el equilibrio adecuado entre rendimiento, coste y riesgo para alcanzar los mismos objetivos.
La gestión eficiente del ciclo de vida de los activos, o sistemas de activos, responde plenamente a la necesidad de competitividad de la industria, en todos los tamaños y segmentos.
El ciclo de vida del activo abarca desde su selección (diseño y adquisición), operación, mantenimiento, reacondicionamiento y desecho.
BENEFICIOS DE UNA GESTIÓN EFICIENTE DEL CICLO DE VIDA DE LOS ACTIVOS INDUSTRIALES
La calidad de la gestión en una organización es lo que determina su éxito o fracaso.
En un entorno competitivo, en el que las organizaciones de vanguardia están introduciendo tecnologías de la Industria 4.0 en sus operaciones, no se puede descuidar la extracción del máximo valor de la inversión en activos.
Para maximizar el valor de un activo, es necesario hacer un seguimiento (en un software adecuado) de su rendimiento a lo largo de su vida útil.
Este rendimiento comprende las actividades operativas y los costes relacionados, haciendo un seguimiento del rendimiento de la inversión.
De este modo, se puede garantizar que el valor generado está alineado con los objetivos estratégicos y operativos de la organización.
Entre los beneficios de una buena gestión del ciclo de vida de los activos industriales se encuentran:
- Prolongar la vida útil de la maquinaria y los equipos;
- Aumentar la fiabilidad de la operación;
- Aumentar la productividad;
- Mantener los costes de mantenimiento en un excelente nivel;
- Mejorar la salud y la seguridad de los empleados;
- Generar una mayor eficiencia energética;
- Contribuir a la rentabilidad de la empresa.
LAS ETAPAS DEL CICLO DE VIDA DE LOS ACTIVOS
Para que los activos industriales generen valor para la organización, a lo largo de su ciclo de vida, no basta con especificar, pedir presupuestos y adquirir dicho activo.
Al contrario, la adquisición de una máquina industrial es un proceso de varias etapas que debe realizarse con calma y de forma adecuada, lo que incluye:
- Identificación de la necesidad: la identificación cuidadosa y detallada de la necesidad, que incluye la opinión de operadores y mantenedores. Debe incluir el análisis de las soluciones disponibles, el retorno de esta inversión, la forma de adquisición, entre otros.
- Planificación de lo que se espera de este activo, una vez adquirido. En este paso, se realiza una evaluación cuidadosa, planificando su uso, así como la definición de metas para su utilización.
- Proyecto o Diseño: en esta etapa, se define cualquier modificación en relación con el proyecto estándar de la maquinaria. Es importante recordar que un ajuste del diseño después de la compra o incluso de la puesta en marcha es mucho más difícil y costoso.
- Adquisición: en esta fase se realiza la adquisición, entrega e instalación. Es el momento de la negociación de las condiciones contractuales de suministro, incluidas las garantías y las responsabilidades de reparación y cambio por defectos de maquinaria o piezas.
- Puesta en servicio e implantación: algunos activos pueden entregarse listos para su uso. Otros, sin embargo, necesitan ser instalados y puestos en servicio. En esta fase se garantiza que el activo es apto para el propósito de la adquisición. Que no esté dañado o instalado incorrectamente y que no le falte ninguna característica prometida por el proveedor.
- Funcionamiento y mantenimiento: suele ser la fase más larga del ciclo de vida, en la que se deben registrar los costes y disponer de un plan claro, tanto de funcionamiento como de mantenimiento.
- Modificación o actualización: durante su vida útil, algunos activos son susceptibles de modificaciones o actualizaciones para hacerlos más eficientes. Es importante comparar los resultados esperados de esta modificación con respecto a la adquisición de un activo nuevo y más moderno.
- Desmantelamiento y eliminación: es el final de la vida útil del activo. Cuando los costes de operación o mantenimiento resultan demasiado elevados, es necesario planificar su retirada, que suele producirse paralelamente a la adquisición de un nuevo activo.
LA CURVA DE LA BAÑERA Y EL CICLO DE VIDA DE LOS ACTIVOS
La curva de la bañera indica dónde están los mayores riesgos de falla. Hay una alta incidencia de fallas en las primeras fases, también llamadas mortalidad infantil, que son fallas derivadas de:
- Problemas de fabricación;
- Defectos de instalación;
- Errores de proyecto;
- Montaje incorrecto, entre otras.
Conociendo los riesgos asociados en la etapa inicial de la operación del activo, se tiene una idea más clara de la relevancia de los cuidados en las etapas 1 a 5 del ciclo de vida, enumeradas anteriormente.
Pasado el periodo de riesgo de mortalidad infantil, se entra en la vida útil del activo, donde los eventos de falla disminuyen y se estabilizan. Cuando se producen, las fallas son aleatorias.
En esta fase, la aplicación de la estrategia de mantenimiento adecuada desempeña un papel extremadamente importante. Puede haber intervenciones correctivas, pero lo más habitual es el mantenimiento preventivo y la aplicación de técnicas predictivas.
Estas últimas favorecen la fiabilidad y disponibilidad de los activos y, por lo tanto, su generación de valor.
Con el tiempo de uso, el activo tiende a presentar más fallas por desgaste.
Como ilustra el gráfico de la curva de la bañera, esta incidencia aumenta significativamente en la fase final de la vida del activo. En ese momento, se entra en las fases de modificación o actualización, o bien de desmantelamiento y eliminación.
La capacidad productiva, las nuevas tecnologías, los costes de mantenimiento y sustitución de activos indicarán el mejor camino a seguir.
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