Los activos son bienes materiales que tienen valor en sí mismos o que producen valor para una organización. La definición de activo, a efectos de este artículo, se limitará a los activos materiales, es decir, los bienes materiales que componen la estructura física de producción de las industrias, como la maquinaria. La gestión de activos implica la gestión idónea de su ciclo de vida, encontrando el equilibrio adecuado entre rendimiento, costo y riesgo para alcanzar los objetivos definidos de una empresa de forma sostenible.
La gestión eficiente del ciclo de vida de los activos, o sistemas de activos, responde plenamente a la necesidad de competitividad de la industria, en todos los tamaños y segmentos.
El ciclo de vida de un activo abarca desde su selección (diseño y adquisición), explotación, mantenimiento, posible retirada y eliminación.
LAS ETAPAS DEL CICLO DE VIDA DEL ACTIVO
Para que los activos industriales generen valor para la organización, a lo largo de su ciclo de vida, no basta con especificar, pedir presupuestos y comprar ese activo.
A diferencia de eso, la adquisición y gestión de una máquina industrial es un proceso de varios pasos que hay que realizar con calma y de forma adecuada, entre los que se incluyen:
1. Identificación de la necesidad
Identificación cuidadosa y detallada de la necesidad, que incluye la opinión de operadores y mantenedores. Debe incluir el análisis de las soluciones disponibles, el rendimiento de esta inversión, la forma de adquisición, entre otros.
2. Planificar lo que se espera de este activo
En esta etapa se realiza una cuidadosa evaluación, planificando su uso, así como la definición de objetivos de productividad para su utilización.
3. Proyecto o diseño
En esta fase se define cualquier modificación en relación con el proyecto estándar de la maquinaria. Es importante recordar que un ajuste del diseño después de la compra o incluso de la puesta en marcha es mucho más difícil y caro.
4. Adquisición
En esta fase se realiza la adquisición efectiva del activo. Es el momento de la negociación de las condiciones contractuales de suministro, incluidas las garantías y las responsabilidades de reparación y cambio por defectos de la maquinaria o las piezas.
5. Puesta en servicio y aplicación
Algunos activos pueden entregarse listos para su uso. Otros, sin embargo, necesitan ser instalados y puestos en marcha. En esta fase se comprueba que el bien es apto para el propósito de la compra, que no está dañado o instalado incorrectamente y que no falta ninguna característica prometida por el proveedor.
6. Funcionamiento y mantenimiento
Suele ser la fase más larga del ciclo de vida, en la que hay que registrar los costes y contar con un plan claro de funcionamiento y mantenimiento.
7. Modificación o actualización
Durante su vida útil, algunos activos son susceptibles de modificaciones o actualizaciones para hacerlos más eficientes. Es importante comparar los resultados esperados de esta modificación con la adquisición de un activo nuevo y más moderno.
8. Desmantelamiento y enajenación
Es el final de la vida útil del activo. Cuando los costes de explotación o mantenimiento se vuelven demasiado elevados y es necesario planificar su retirada, que normalmente se produce en paralelo a la adquisición de un nuevo activo.
CURVA DE LA BAÑERA
Una curva de bañera es una representación visual de la tasa de fallos de un activo a lo largo del tiempo. Al trazar las incidencias de fallo a lo largo del tiempo, este gráfico muestra tres periodos principales que experimenta un activo durante su vida útil:
I – Mortalidad infantil
II – Vida útil
III – Desgaste
Como se ve en el gráfico, hay una alta incidencia de fallos en las primeras etapas, también llamados mortalidad infantil, que son fallos derivados de:
- Problemas de fabricación;
- Defectos de instalación;
- Errores del proyecto;
- Montaje incorrecto, entre otros.
Tras el periodo de riesgo de mortalidad infantil, comienza el ciclo de vida util del activo, cuando los eventos de fallas disminuyen y se estabilizan. Cuando se producen, los fallos son aleatorios y generalmente se deben al funcionamiento del activo.
En esta fase, la aplicación de la estrategia de mantenimiento adecuada desempeña un papel extremadamente importante, tratando de evitar intervenciones correctivas. En este aspecto, deben adoptarse técnicas predictivas y preventivas. Trabajan por la fiabilidad y disponibilidad de los activos y, por tanto, por su generación de valor.
Con el tiempo de uso, el activo tiende a presentar más fallos por desgaste.
Comprender el gráfico
Como ilustra el gráfico de la curva de la bañera, esta incidencia aumenta significativamente en la fase final de la vida del activo. Llegados a este punto, entramos en las fases de modificación o actualización, o bien de desmantelamiento y eliminación.
La capacidad productiva, las nuevas tecnologías, el mantenimiento y los costos de sustitución del activo indicarán el mejor camino a seguir.
BENEFICIOS DE UMA GESTIÓN EFICIENTE DEL CICLO DE VIDA DE ACTIVOS INDUSTRIALES
La calidad de la gestión de una organización es lo que determina su éxito o fracaso.
En un entorno competitivo, en el que las organizaciones punteras están introduciendo tecnologías de Industria 4.0 en sus operaciones, no se puede descuidar la extracción del máximo valor de la inversión en activos.
Entre los beneficios de una buena gestión del ciclo de vida de los activos industriales se encuentran:
- Prolongar la vida útil de la maquinaria y los equipos;
- Aumentar la fiabilidad del funcionamiento
- Aumentar la productividad;
- Mantener los costos de mantenimiento en un nivel óptimo;
- Mejorar la salud y la seguridad de los empleados;
- Generar una mayor eficiencia energética;
- Contribuir a la rentabilidad de la empresa.
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