ISO 55000 y el monitoreo continuo de activos

ISO 55000

El grupo de normas ISO 55000 requiere una atención especial por parte de los responsables de implantar, mantener y mejorar la gestión de activos.

ISO es una organización con el objetivo de establecer estándares internacionales a través de normas técnicas, procedimientos y procesos, con el fin de promover las buenas prácticas de gestión y el avance tecnológico.

Entre su extensa gama de normas se encuentra la ISO 55000, relativa a la gestión de activos, lanzada en 2014.

La importancia de la gestión de activos pasa por crear valor y disminuir los riesgos de un negocio.

Así, el grupo de normas ISO 55000 establece estándares de procedimientos y políticas para una gestión eficiente de los activos que garantice la consecución de estos objetivos.

La norma -aplicable a todo tipo de organizaciones- se estructura del siguiente modo:

ISO 55000: dispone sobre los fundamentos básicos de la gestión de activos;

ISO 55001: dispone sobre los requisitos para implantar el sistema de gestión de activos; y

ISO 55002: dispone sobre las directrices para poner en práctica la norma ISO 55001.

ISO 55000 Y EL SISTEMA DE GESTIÓN DE ACTIVOS

El sistema de gestión de activos implica políticas, planes y procesos empresariales integrados para garantizar una gestión eficaz de los activos.

Las organizaciones certificadas según la norma ISO 55000 están estructuradas para promover la mejora continua y la creación constante de valor a partir de sus activos. Esto se consigue gestionando el costo, el rendimiento y los riesgos asociados a los activos.

REQUISITOS PARA IMPLANTAR UN SISTEMA DE GESTIÓN DE ACTIVOS

La norma ISO 55001 establece los siguientes requisitos para implantar un sistema de gestión de activos:

  • Contexto Organizacional: determinar cómo la estrategia organizacional ayuda al sistema de gestión de activos.

Es necesario un plan que describa los objetivos del sistema de gestión de activos y apoye los objetivos de la organización.

  • Liderazgo: definir el papel y las responsabilidades de los gestores que controlan el sistema de gestión de activos.

Deben garantizar que el sistema es compatible con la dirección estratégica de la organización y que está integrado con los procesos.

  • Planificación: especificar cómo se alcanzarán los objetivos de gestión de activos, prestando atención a los riesgos y oportunidades.

En este punto, se desarrolla el plan estratégico para la gestión de activos, considerando, principalmente, su ciclo de vida, riesgos y prioridades de la organización, información y conocimientos necesarios, además de herramientas especiales para el mantenimiento de activos.

  • Soporte: considera los recursos y competencias para establecer, mejorar y mantener el sistema de gestión de activos.

Para ello, es necesario garantizar que los empleados implicados tengan conocimientos, habilidades y experiencia en sus funciones.

  • Operacionalización: garantiza la eficacia del sistema de gestión de activos para alcanzar los resultados establecidos.

Implica políticas de gestión, normas técnicas, planes y procesos.

Garantizar la operatividad incluye controlar los cambios en el plan de gestión de activos y realizar con frecuencia análisis de riesgos.

  • Análisis del Rendimiento: optimizar la eficiencia del sistema de gestión de activos, aplicando métodos de monitoreo, medición y análisis.

Para medir la eficiencia deben utilizarse indicadores de rendimiento, que pueden ser cuantitativos, cualitativos o financieros.

El análisis del rendimiento implica la gestión de riesgos y oportunidades.

  • Mejora: optimización continua del modelo de gestión de activos, mejorando el rendimiento y añadiendo valor.

Es necesario identificar, evitar y prevenir las fallas operativas para garantizar la mejora constante del sistema.

POR QUÉ CONOCER Y ADOPTAR LA ISO 55000

Las empresas e industrias siempre buscan estar a la vanguardia de su mercado y una eficiente gestión de activos se está convirtiendo en una ventaja competitiva para la sostenibilidad del negocio.

Al incorporar los requisitos de la ISO 55001, las organizaciones consiguen:

  • una mejor gestión de riesgos y oportunidades;

    optimizar el uso de los activos: aumento de su vida útil, reducción de costos y mejor ROI;
  • una mejor planificación;
  • mejor calidad de productos y servicios;
  • seguridad en las actividades y procesos.

Estas son sólo algunas de las ventajas que aportan la norma.

No es necesario estar certificado para utilizar las buenas prácticas determinadas por la ISO 55001, y, así, promover un sistema de gestión de activos eficiente, garantizando la mejora y la generación continuas de valor de los activos.

EL PAPEL DEL MANTENIMIENTO EN EL SISTEMA DE GESTIÓN DE ACTIVOS

Desde que la gestión eficiente de los activos comenzó a ser reconocida como estratégica en las industrias, la gestión del mantenimiento ha ganado más relevancia.

El mantenimiento contribuye directamente a la fiabilidad y disponibilidad de los activos, así como a la calidad de la producción.

El monitoreo continuo del estado de los activos industriales, factor previsto en la ISO 55000, optimiza el proceso de mantenimiento, permite detectar fallas, prevenir accidentes, facilita la planificación de acciones e influye en las oportunidades de mejora de la organización.

Además, la norma también aborda la importancia del análisis continuo de los datos de los activos para evaluar si se están alcanzando los resultados esperados.

Esto puede hacerse fácilmente mediante soluciones de mantenimiento predictivo, que realizan la recolección de datos y proporcionan diagnósticos del funcionamiento de los activos de forma continua.

Un buen ejemplo práctico es la Solución, que permite la supervisión y recolección continuas de datos de vibración y temperatura de los activos, incluido el análisis espectral.