¿Merece la pena la ejecución de las actividades de mantenimiento por el propio equipo o hay razones estratégicas para subcontratar las actividades de mantenimiento?
Sin duda hay razones tanto para uno como para otro.
Observando la industria brasileña, el Documento Nacional 2017 de ABRAMAN trae una pincelada de lo que puede ser parte de la realidad:
- En promedio, el 33% de los equipos de mantenimiento son subcontratados;
- El 19% de los costos de mantenimiento se destinan a mano de obra subcontratada;
- El 59% de la mano de obra de mantenimiento posee estudios secundarios (trabajadores técnicos).
A partir de estos tres indicadores, se puede inferir que un tercio de las actividades de mantenimiento en Brasil, para el ámbito analizado, son subcontratadas. Que, en promedio, los costos de la mano de obra externalizada son inferiores a los de la mano de obra propia. Y que la mayoría de estos trabajadores de mantenimiento tienen un perfil técnico.
ALGUNAS RAZONES PARA EXTERNALIZAR LAS ACTIVIDADES DE MANTENIMIENTO
Una industria puede tener diferentes enfoques para subcontratar un servicio. Entre ellos se incluyen:
- Deseo de estructurar o revisar las prácticas de mantenimiento a través de un experto acreditado;
- Cambiar el nivel de mantenimiento, es decir, añadir técnicas preventivas y predictivas cuando el enfoque es correctivo;
- Servicios especializados cuya cualificación no tiene sentido que esté disponible en el personal de la empresa;
- Realizar técnicas predictivas como análisis de aceite, análisis de vibraciones, termografía, entre otras;
- Demandas de gran envergadura, como una parada general;
- La indisponibilidad de mano de obra cualificada;
- Formación de mano de obra propia.
La industria puede optar por mantener un equipo interno de mantenimiento y asociarse con una empresa subcontratada para realizar actividades específicas. Dependiendo del tamaño y de la estrategia de mantenimiento adoptada por la industria, la contratación de terceros puede resolver cuestiones puntuales, como el control de los costes y la generación de flexibilidad en el dimensionamiento del equipo para el trabajo a realizar.
Sin embargo, siempre hay que prestar atención y tener cierto cuidado a la hora de elegir y subcontratar servicios. Sin ello, los beneficios en términos de calidad y costes pueden perderse fácilmente.
A la hora de subcontratar un servicio, hay que evaluar los criterios de calidad (para la actividad contratada), precio, experiencia y competencia, tecnología utilizada y plazo de ejecución. Además, conviene comprobar su estructura e idoneidad como garantía de su capacidad para cumplir el contrato.
ALGUNAS VENTAJAS Y CUIDADOS CON LA SUBCONTRATACIÓN
Además de las ventajas ya mencionadas, como la posible reducción de costes, la contratación de expertos y la flexibilidad en el dimensionamiento del equipo, también podemos enumerar otras ventajas de externalizar el mantenimiento:
- La oportunidad de centrarse en la actividad principal de la organización;
- Aumento de la calidad del servicio ofrecido y de la fiabilidad de la maquinaria;
- Exposición e inserción de nuevas tecnologías;
- Potencial optimización del tiempo de gestores y colaboradores (con la reducción de la sobrecarga de trabajo);
- Contar con equipos más experimentados y con conocimientos técnicos específicos;
- Ayuda adicional en el desarrollo de competencias internas.
Pero antes de externalizar, es importante analizar algunos cuidados y riesgos potenciales:
- Buscar proveedores de servicios con formación demostrada para la actividad que se va a realizar;
- Establecer un buen contrato, con objetivos, responsabilidades específicas y resultados esperados;
- Definir si se permite, y en qué condiciones, que el tercero subcontrate proveedores de servicios;
- ¿La relación que se va a establecer proporciona un entorno de colaboración mutua?
- ¿Piensa el contratante en una relación a largo plazo?
- Calificar el grado de dependencia que eventualmente se generará, incluyendo el análisis de los riesgos derivados de ella.
En ambas situaciones, en las que la actividad la realiza un equipo propio o subcontratado, es necesario disponer de parámetros de comparación. Pues sin conocer las tasas de repetición de trabajo y accidentes, por ejemplo, no hay forma de saber si la externalización ha generado los beneficios esperados.
A partir de estas consideraciones, se sugiere a la empresa industrial que cuente con gestores propios que conozcan las mejores prácticas de mantenimiento, que mantengan, además de indicadores, un agudo sentido crítico.
El gestor de mantenimiento debe seguir las tecnologías más recientes o relevantes y la comprensión de la aplicación en su entorno para extraer los mejores beneficios para la organización.
El mantenimiento predictivo, según datos de ABRAMAN, todavía tiene una aplicación muy limitada en Brasil (sólo el 14%), y cuando se aplica es gestionado por terceros. La Solución Dynamox abre la posibilidad de que la industria aplique el monitoreo continuo de los activos, a través de su propio equipo o con la ayuda de un tercero.